"El guión de Blancanieves acabó muchas veces en la basura"

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Pablo Berger, nominado al Goya al mejor director. / Reuters

P- ¿Cómo se te ocurrió la idea de 'Blancanieves'?

R- El origen es una foto de enanos toreros de Cristina García Rodero del libro 'España Oculta' que vi por primera vez a principios de los años 90. Yo me imaginé una Blancanieves torera en mitad de la foto entre los enanos.

P- Fue una apuesta arriesgada.

R - Sí, mucho. Date cuenta que yo el guión lo empecé a enseñar a productores a principios del año 2005. En la primera página del guión aparecía una nota que decía "esta es una película muda en blanco y negro y con música de principio a fín". La mayoría de los productores no seguían leyendo y lo tiraban directamente a la basura. Los más valientes se daban cuenta que era una película muy muy cara. Tuvo que venir un productor soñador y loco como Ibon Cormenzana para ponerla en marcha.

P- El rodaje sería también complicado.

R- La financiación fue durísima, ocho años de trabajo. Pero el rodaje fue increíble. Tenía el mejor equipo del mundo. Todos querían contar la historia de Blancanieves de una manera diferente y todos dieron lo mejor de sí mismos. Aunque sí te diré que rodamos bajo un sol achicharrante con temperaturas por encima de los 40 grados. Los rodajes siempre son muy duros. Pero al final del día estábamos orgullosos de estar haciendo una película a contracorriente.

P- Maribel Verdú está increíble. ¿Qué tal fue trabajar con ella?

R- Una pasada. Podría hacer todas mis películas con ella. Lo tiene todo. Belleza, intensidad, verdad, emoción. Es una verdadera estrella de cine en todos los sentidos. Es tan divertida en el set. Se aprende el nombre de todos los miembros del equipo el primer día. Todo el mundo la adora. Es muy fácil trabajar con Maribel. Yo como director me siento en el asiento de atrás y miro.

P- Tu primer trabajo fue el corto ‘Mama’, en el que te ayudó Álex de la Iglesia. ¿Qué recuerdas de aquellos tiempos?

R - La canción 'Memories' de Barbra Streisand suena en mi cabeza en estos momentos. Álex y yo éramos jóvenes punks, no en el aspecto físico sino en la actitud, en la vida y en el cine. Álex era muy delgadito cuando yo le conocí y con aspecto de empollón. Pero ya era genial y divertidísimo. Nos conocimos en el Cine Club de la Universidad de Deusto (Bilbao).  'Mama' fue nuestro bautizo en el mundo del cine. Yo lo escribí y dirigí y Álex hizo la dirección artísitica. Tanto para él como para mí el gran éxito que tuvo el corto nos demostró que podíamos hacer lo que nos diese la gana y que podía haber un público dispuesto a disfrutar con nuestras locuras y obsesiones tanto como nosotros. Admiro mucho a Álex.

P- De 'Mama' a 'Torremolinos 73', tu primera película, pasaron la friolera de 15 años.

R- 'Mama' lo estrené en el año 88. Luego, en el 90 me fui a Nueva York a estudiar y allí estuve hasta el 99. En Nueva York escribí el guión de 'Torremolinos 73'. La verdad es que tampoco nadie quería producir mi primer largometraje. Mezclar porno, comedia y emoción en la España de Franco de los 70 no era lo que los productores querían producir. Lo mismo me ha pasado con "'Blancanieves'. Pero te diré que hay un refrán japonés que lo repito muchas veces en mis entrevistas que dice: "Si tienes prisa en llegar, coge el camino más largo". A mí me ha ayudado esta filosofía.

P- ¿Cómo ves la situación del cine español?

R- A nivel creativo la cosecha ha sido fantástica este año. Si no fíjate en las otras tres películas nominadas a los Goya a la mejor película. 'Lo Imposible', una película de gran presupuesto; 'El artista y la modelo', una película de autor, y 'Grupo 7', una película de género. Todas ellas de gran calidad. Y también en el extranjero la palabra cine español es sinónimo de cine original, arriesgado y diferente. El cine español tiene un gran futuro. Otra cosa es la financiación del mismo...

P- Precisamente la cultura está siendo uno de los sectores más perjudicados por la crisis y muchos políticos parecen no darle importancia

 R - La cultura es tan necesaria como el aire que respiramos. La cultura hace que nuestra sociedad avance, que se cuestione, pero sobretodo alimenta nuestra alma. Antes que recortar los presupuestos en cultura, habría que terminar con los pucherazos y sobres que se traen los políticos.