Daniel Sánchez Arévalo vuelve sobre las relaciones familiares y afectivas en su cuarto largometraje, un film más ambicioso que sus precedentes, Gordos y Primos.
Propone una fotografía en clave esperpéntica de la familia española actual, protagonizada por cinco hermanos y el páter familias, que se reúnen para celebrar el enlace matrimonial del benjamín el mismo día que la selección nacional de fútbol juega un partido del Mundial de Sudáfrica.
A partir de este planteamiento y este cruce de eventos, asistimos a una sucesión de chistes y gags cuyas bases se repiten hasta la saciedad, y, simultánea-mente, van quedando al descubierto los conflictos ocultos y las emociones reales de los personajes, por otro lado, bastante estereotipados (el guapo, el bueno, el tonto..., y los roles femeninos, más raquíticos aún).
En conjunto, el realizador de ‘Azul oscuro casi negro’ pretende demasiado: no sólo sacar un retrato de grupo que deviene excesivo, sino invocar de paso el western y el musical clásico; pero la imagen queda más bien reducida a un videoclip chillón y cargante, no demasiado revelado.
Ficha técnica: País: España. Año: 2013. Duración 101’. Dirección y guión: Daniel Sánchez Arévalo. Reparto: Verónica Echegui, Antonio de la Torre, Quim Gutiérrez, Miquel Fernández, Patrick Criado, Roberto Álamo, Sandra Martín, Alicia Rubio