La actriz compostelana Nerea Barros, candidata al Goya a mejor actriz revelación en la edición número 29 de los Premios Goya por su papel en el thriller policíaco "La isla mínima", se inspiró para su personaje en las "grandes jabatas gallegas". Esta ficción, dirigida por Alberto Rodríguez y favorita con 17 nominaciones, se ambienta en una pequeña localidad de las marismas del Guadalquivir donde, a principios de los años ochenta, desaparecen dos adolescentes.
Rocío (Nerea Barros) consigue que un juez de la comarca se interese por el caso y envíe desde Madrid a dos detectives de homicidios, Pedro (Raúl Arévalo) y Juan (Javier Gutiérrez). Ambos actores son candidatos a mejor intérprete, y "todo el conjunto" lleva a Nerea Barros a sentirse "inmensamente feliz porque lo mío no me lo esperaba, pese a que me lo insinuaban. Es un regalazo y demuestra una generosidad inmensa", sostiene en una conversación telefónica con Efe.
Nerea Barros, que se encuentra de vacaciones en Baqueira Beret y que es muy popular por su participación en la serie "El tiempo entre costuras", añade: "Si le pidiese esto a los Reyes Magos, madre mía, seguro que no salía algo tan maravilloso". Esta gallega, la pequeña de tres hermanos, señala que su familia está encantada, y que comparte con ella un sueño que tuvo ya con cinco años.
Cumplidos los 13, con su presencia en la producción "Nena", de Xavier Bermúdez, tuvo clara su vocación. "Fue mucho mi esfuerzo por llegar. Esto es mi vida", concluye
