Naomi Watts ha entrado a formar parte de la historia del cine por su doble nominación a los Oscar y los Goya gracias a su papel en la obra de J. A. Bayona ‘Lo imposible’. La australiana ya consta en la lista de intérpretes que han pisado en un mismo año las alfombras de estos codiciados premios.
Entre las rivales de Watts en la lucha por el Oscar a la mejor actriz, destacan Jessica Chastain (‘La noche más oscura’), la actriz de moda en Hollywood, y Emmanuelle Riva (‘Amor’), la actriz de más edad nominada en esta categoría.
Penélope Cruz sabe muy bien como se sentirá Riva de no llevarse el premio. La madrileña estuvo doblemente nominada por la película ‘Volver’ (Pedro Almodóvar, 2006), pero tuvo que conformarse con el Goya. Cruz se resarciría dos años después, cuando se llevaría ambas estatuillas por su alocada María Elena de ‘Vicky Cristina Barcelona’ (Woody Allen, 2008).
Cruz competirá con Watts en esta vigésimo séptima edición de los Goya por su cuarta estatuilla gracias a ‘Volver a nacer’ (Sergio Castellitto, 2012). En la alfombra roja (o verde), le acompañará su esposo Javier Bardem, otro doble nominado en la historia de los Goya y los Oscar por ‘Biutiful’ (Alejandro González Iñarritu, 2010). Bardem se llevó el Goya, pero el Oscar se lo arrebató Colin Firth por ‘El discurso del rey’, de Tom Hooper.
Precisamente, gracias a Hooper tenemos una segunda doble nominación este año. El canario Paco Delgado, responsable de vestuario en ‘Blancanieves’ (Pablo Berger, 2012) y ‘Los miserables’ (Tom Hooper, 2012), está nominado por ambas películas al Goya y al Oscar, respectivamente. Además, Delgado es el único representante español en la ceremonia norteamericana.
La historia de los Goya y los Oscar tiene otras dobles nominaciones. Es el caso de ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ (Pedro Almodóvar, 1988) o ‘Secretos del corazón’ (Montxo Armendáriz, 1998). Algunas como ‘Belle Epoque’ (Fernando Trueba, 1992) se llevaron ambos galardones. Otras, como ‘El abuelo’ (José Luis Garci, 1999), se fueron de las dos ceremonias con las manos vacías. Puede que no siempre ganemos, pero los españoles seguiremos dejando nuestra huella en la historia del cine.