Todos la veían como la ganadora de los Oscars. Sus triunfos en los Globos de Oro y en los BAFTA la posicionaron como la gran favorita para hacerse con el Oscar a mejor película, pero no pudo ser. La maravilla bélica de Mendes reforzó sus aspiraciones con sus victorias en los premios del Sindicato de Productores (PGA), que es el mejor trampolín para la categoría reina de los Oscar: en los últimos diez años, el ganador del PGA a la mejor película se acabó llevando la estatuilla más codiciada de la Academia de Hollywood en ocho ocasiones
Y lo ha hecho con una película sobre la I Guerra Mundial que muchos acusan de falta de originalidad, pero a la que ha dado una brillante vuelta de tuerca con una puesta en escena espectacular y una estructura que simula ser un único y larguísimo plano secuencia que muestra un enorme dominio técnico y cinematográfico.
Pero ‘1917’ se quedó sin estatuilla y sin ser la gran triunfadora de la 92ª edición de los Premios Oscars. La película sitúa al espectador en lo más crudo de la Primera Guerra Mundial, donde dos jóvenes soldados británicos reciben una misión aparentemente imposible. En una carrera contrarreloj, deben atravesar el territorio enemigo para entregar un mensaje que evitará un mortífero ataque contra cientos de soldados.
En los 2000, Mendes hizo historia del cine con su debut, 'American Beauty', un afilado retrato de la sociedad consumista estadounidense que ganó en las categorías de mejor película y mejor dirección. El cineasta se convirtió así en una de las seis únicas personas ganadoras al Oscar con su primer largometraje. Ninguna ha ganado un segundo premio, aunque la situación probablemente cambie el domingo.